viernes, 18 de diciembre de 2009

¡¡BIENVENIDA, EMILIA!!





Te asomaste a la vida el miércoles 16 de diciembre de 2009, a las 20:26 horas, después de diez horas de trabajo de tu mamá Pamela para que este pasaje, desde su vientre al mundo, ocurriese sin novedades para ti y para ella.

Quedamos impactados por tu primera imagen, en esa incubadora en que trasladaban a la sala de recién nacidos: tu piel blanca y tus labios rojos y gruesos como los de tu madre. Maravilla, asombro, felicidad en todos quienes acompañábamos a tus padres: tu hermano Tomás, tu abuela Pamela, tus tías Renata y Daphnea, tus abuelos paternos Raúl y Violeta, tus tíos Carlos y Marisol, tus primos Janito, Marcelo y Josefa, nuestros amigos de Calama y los amigos y amigas que Tomás ha hecho en su colegio.

Te pesaron (2,87 kilos), te midieron (48,5 cms.), te lavaron y te vistieron. Entonces, vino tu papá Patricio te levantó y te mostró a todos quienes estábamos al otro lado del vidrio de la sala de recién nacidos. La expresión de esos rostros no requiere explicación: alegría sincera, asombro, buenas ondas. Cuando tu papá te levantó, me acordé de la película "El Rey León" y pensé que nos estaban presentando a una princesa que, junto con otras y otros príncipes como tú, será heredera del mundo que viene.

Sólo quiero ofrecerte una bienvenida, desear que la felicidad sea tu compañera de viaje más fiel. Tendrás protección y guía en todos quienes te amamos, hasta que que te corresponda a ti guiar y dar protección. Podrás contar de manera incondicional con tus padres y tu hermano, y con las familias y amigos de Patricio y Pamela. En particular, podrás contar con las hadas y magas de esta familia amplia, las deidades femeninas de las que ya eres parte, que te transmitirán sus experiencias, sus altos y sus bajos, los materiales de la vida que fluyen alrededor tuyo y entre los cuales ya estás nadando.

Te ama,

tu tata Raúl